No existe el crimen perfecto
Un simple remisero que anotó en forma minuciosa el recorrido de su automóvil, con el cual transportó dinero producto de delitos cometidos, con detalles de personas, lugares y situaciones, conformó la prueba principal que permitió desentrañar el más grave y trascedente sistema delictivo que se ha cometido en la historia argentina.
En efecto, Oscar Centeno anotó paso a paso los traslados que efectuaba con su vehículo, dejando constancia de los detalles de cuanto veía y oía. Lo hacía en un simple cuaderno donde anotaba los recorridos, personas que entregaban y recibían ese dinero sucio obtenido de delitos cometidos contra el estado argentino y lugares donde era llevado, que coincidía con los domicilios de los ex presidentes Néstor y Cristina Kirchner.
Todo ese dinero era manejado en efectivo, en dólares, por funcionarios públicos que iban a buscarlo a empresas contratistas del estado y se entregaban en la los domicilios del mismísimo presidente de la república.
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