lunes, 23 de marzo de 2015

Los peritos del caso Nisman

Si en cualquier caso penal le preguntan a un juez: ¿a quién le cree más, al perito oficial o al perito de parte?, la respuesta automática es, al perito oficial.

Ello es correcto, porque mientras el perito oficial no tiene ningún interés en el resultado de un caso, al perito de parte lo contrata y le paga su parte.

También es cierto que los peritos oficiales, en general, no extreman sus investigaciones más de lo necesario y se quedan con las conclusiones menos comprometidas y más fácil de defender. Muchas veces ello es suficiente. Pero no lo es en un caso de la características de la muerte del fiscal.

Los peritos saben que pueden ser acusados de falso testimonio y que -en ese caso- la pena que le cabe a un perito, aumenta, si esa posible falsedad va en perjuicio de un imputado. A un perito oficial le puede afectar sus antecedentes, costar un sumario y hasta la pérdida del cargo.

El peritaje oficial por la muerte del fiscal Nisman fue realizado por un médico que no pasó por un concurso y que tal vez nunca logre atravesarlo. Es por ello que se trata de un perito “ad hoc”, porque fue contratado para responder a una necesidad especial o exceso de trabajo, hasta tanto concluya un concurso.

Además, el Dr. Héctor Di Salvo fue involucrado en la causa penal Motta, por la muerte de un bebé, lo que le valió la suspensión transitoria de salarios como perito, mientras tramitaba un sumario en la Corte Suprema. Quizá ello le dificulte acceder al cargo pleno de perito médico del CMF.

Lo cierto es que se trata de un perito con estas limitaciones, que no es el profesional más indicado para intervenir como principal responsable, con la libertad e independencia requerida en un caso de la gravedad institucional de la muerte de un fiscal, ocurrida luego de acusar a la presidente de la nación.

La presencia del decano del CMF mientras duró el examen pericial, no otorga mayor valor procesal al dictamen, pues por reglamento, el decano no realiza pericias. Además, la especialidad del Dr. Roberto Godoy es la de médico siquiatra y por lo general no realiza autopsias.

Cabe preguntarse, porqué no actuaron en la causa de la muerte de Nisman uno o varios de los ocho expertos habilitados en el CMF para hacer autopsias, todos ellos peritos plenos elegidos por rigurosos concursos de oposición y antecedentes? Alguno o varios de ellos debieron haber sido los peritos “responsables” y firmantes de las conclusiones. Así lo debió haber ordenado la fiscal.

Entre sus 456 empleados entre el cuerpo médico y la morgue judicial, cuentan con 79 peritos médicos y ocho de ellos son los peritos designados por concurso. Algunos de estos ocho deberían haber sido los peritos responsables en la autopsia del fiscal.

Por su parte, la querella aportó un informe de expertos que, sin haber podido presenciar la autopsia, no sólo describen lo observado sino que relacionan críticamente las evidencias y profundizan una investigación que les permite arribar a conclusiones diferentes a la versión oficial.

En el caso la querella es ejercida por una jueza federal con vasta experiencia, que conoce las falencias del sistema. Por ello ha integrado un equipo de expertos particulares y lleva a cabo su propia investigación.

Aquel rigor que normalmente le aplica como jueza a los litigantes en su juzgado, ahora le toca padecerlo a la Dra. Arroyo Salgado. Más allá de las críticas que le podríamos hacer como magistrada, no cabe dudas que ella conoce bien con los bueyes con que ara y que no está dispuesta a conformarse con una investigación superficial.

Tal vez la junta médica que está organizando la fiscal pueda acercar luz a la causa, o quizá, en lugar de tener dos opiniones, se pase a tener tres o más, todas diferentes. Ello sin duda nos volvería a alejar de una buena investigación.

Antes de la junta médica, la fiscal debió reunir a los peritos oficiales y los de parte en una audiencia, con el asesoramiento necesario y así acercar las posiciones. Cada perito, en presencia del resto podía explicar el trabajo que realizó, qué evidencias tomó en cuenta y porqué llegó a sus conclusiones. Es probable que al realizar ese ejercicio, surjan toda clase de diferencias, y junto con ellas, la luz.

En definitiva lo que interesa es arribar a la verdad, con la mayor rigurosidad con que sea posible. Para ello es necesario no sumar confusión a la causa con versiones interesadas, sino que se debe tener en cuenta los hechos ciertos y comprobables.

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