lunes, 2 de junio de 2014

La independencia de los jueces


El 6 de mayo pasado tuve ocasión de estar frente a frente con el papa Francisco y dialogar sobre temas te interés para los argentinos.

Los temas judiciales y en particular sobre fraudes y delitos económicos fueron materia de análisis.

La situación de los jueces que adoptan decisiones que ponen límites a funcionarios, suelen ver afectada su estabilidad y tranquilidad, tan necesarias en el pleno ejercicio de su función.

El juez Ariel Lijo buscó una voz confiable en el más alto representante de la iglesia católica el argentino Jorge Bergoglio, quien lo recibió y lo aconsejó acerca del modo de actuar de los jueces. Si bien no estuve presente, el referente social y diputado porteño Gustavo Vera, que compartió el contenido del encuentro, me comentó ese mismo día los diálogos salientes.

Todo el país necesita una justicia confiable, ecuánime y con la imprescindible capacidad moral para resolver los casos que llegan a sus despachos, más allá de las personas e intereses que sean sometidas a juicio.

Creo que resulta imprescindible debatir sobre estos temas y afianzar la confianza con que actúan los magistrados. Los cuerpos legislativos son los ámbitos propicios para la discusión. En especial el Congreso Nacional, en sus dos cámaras.

Por otra parte, el Consejo de la Magistratura no puede adoptar las decisiones fundamentales por voluntad de los representantes del gobierno, pues tanto el acceso a los cargos como las sanciones y el apartamiento de las funciones puede verse influidas por las decisiones que los magistrados adoptan.

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