martes, 16 de octubre de 2012

Alfredo Popritkin en la Comisión Bicameral para la Reforma y Unificación de los Códigos Civil y Comercial


El proyecto elevado por el Poder Ejecutivo al Congreso de la Nación se refiere a la "contabilidad y estados contables" en los artículos 320 a 331. Estos artículos reemplazarían el capítulo sobre "libros contables" del Código de Comercio, artículos 43 a 67 y al artículo 61 de la Ley de Sociedades Comerciales.

Alfredo Popritkin expondrá ante los miembros de la Comisión Bicameral sobre algunos de los aspectos más significativos que deja en el camino el cambio legislativo en estudio y debate, y dará a conocer sus puntos de vista.


El nuevo Código Civil que analiza la Comisión Bicameral del Congreso Nacional suprimió el requisito de decir “verdad” en los balances de las empresas y otras organizaciones.

La situación económica ya no tendrá que expresarse con sinceridad, tal como establece hasta ahora el Código de Comercio, que requiere realizar cada año un cuadro contable demostrativo de las ganancias o pérdidas, que resulten con verdad y evidencia.

Tampoco será más necesario que los balances expresen una situación financiera con veracidad, cuando mayoría de los fraudes en las empresas, entidades y gobiernos se relacionan con movimientos irregulares de fondos, apropiación, desvíos o faltantes de dinero de dinero y otros delitos que afectan las finanzas.

A pesar de ello, la reforma en estudio de la Comisión Bicameral que preside la diputada Diana Conti, suprime el requisito de la exactitud en el conteo del dinero, sin tener en cuenta que las cuentas caja, bancos son de las primeras que ataca cualquier defraudador ávido de lo ajeno.

Si hasta ahora resultaba difícil conseguir la condena de un manipulador de cuentas y balances que alteraba los números, a partir del nuevo código, pasará a ser una labor imposible, pues todo argumento incriminatorio resultará insuficiente frente a la razonabilidad con que pasarán la prueba los delincuentes de cuello blanco.

Esta modificación implicará un retroceso en el tiempo, pues la contabilidad vería degradado su valor probatorio en los conflictos comerciales, civiles y penales.

Mientras el mundo camina hacia una mayor rigurosidad en los estados financieros, después de los nefastos mega-delitos como Enron, Parmalat, Madoff y otros, en nuestro país concedemos endeblez a los estados contables, a pesar que los fraudes a las empresas y los gobiernos no cesan.