Un día cualquiera podemos encontrarnos trabajando en medio de una investigación de fraude. Como si ello no fuera lo suficientemente complejo, también nos enfrentamos a otro gran obstáculo: lograr que las autoridades judiciales lo acepten.
No hay nada más frustrante que la justicia rechace su caso. ¿Por qué sucede esto?
- ¿Es porque el caso no se preparó a fondo?
- ¿Es porque la justicia no entiende lo que constituye un caso de fraude?
- ¿Es porque no tiene la mano de obra y/o presupuesto para dedicarse a los casos de fraude?
- ¿Es porque están demasiado ocupados con los crímenes violentos?
- ¿Es porque el caso no cumple con los umbrales mínimos de procesamiento?
- ¿Es porque usted no sabe cómo funciona el sistema de justicia penal?
- ¿Es porque usted no se siente cómodo tratando con la el sistema judicial?
- ¿Es porque usted piensa que usted es mejor que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley?
- ¿Es porque la justicia no entiende lo que constituye un caso de fraude?
- ¿Es porque no tiene la mano de obra y/o presupuesto para dedicarse a los casos de fraude?
- ¿Es porque están demasiado ocupados con los crímenes violentos?
- ¿Es porque el caso no cumple con los umbrales mínimos de procesamiento?
- ¿Es porque usted no sabe cómo funciona el sistema de justicia penal?
- ¿Es porque usted no se siente cómodo tratando con la el sistema judicial?
- ¿Es porque usted piensa que usted es mejor que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley?
Las respuestas a cualquiera de estas preguntas es sí. Los siguientes elementos son vitales para el éxito: una buena relación de trabajo con la policía, un conocimiento general de la legislación penal y un caso bien preparado, por escrito y presentarlo de manera que los operadores policiales y judiciales, fiscales, jueces y tribunales de juicio puedan entender.