domingo, 10 de junio de 2012

Piden 230 años de cárcel para el banquero declarado culpable de un fraude de 7.000 millones de dólares

Allen Stanforf

De ser la persona número 205 en el ránking de los más ricos del mundo, a ser condenado a 230 años de cárcel. Ese puede ser el último hito en la carrera delictiva de Allen Stanford. El financiero texano fue declarado culpable de un fraude de 7.000 millones de dólares en marzo y los fiscales del caso han pedido 230 años de cárcel para él. La defensa ha reclamado que el financiero sea puesto inmediatamente en libertad. El jueves de la semana que viene se conocerá el veredicto del juez.

Allen Stanford

Stanford es posiblemente el segundo mayor estafador del mundo, tras Bernard Madoff, cuyo fraude asciende a 65.000 millones de dólares. Pero su pena puede ser 80 años mayor que la de Madoff. Todo un castigo ejemplarizante en un momento en el que el sector financiero de EEUU sufre un tremendo desplome de popularidad.


El 'caso Stanford' es tan o más rocambolesco que el de Madoff. Para empezar, Stanford estafó a todo el mundo... menos a Madoff. Stanford International Bank —la entidad dirigida por el estafador— invirtió 400.000 dólares en un fondo de Bernard Madoff que, previsiblemente, se esfumaron para siempre. El sistema de los dos estafadores era el mismo: usar los depósitos de los nuevos clientes para pagar los intereses de los anteriores. Es lo que se llama una estafa piramidal o, en EEUU, 'de Ponzi', en recuerdo de Charles Ponzi, que desarrolló ese sistema en Boston en los años 20. Pero también se puede encontrar en la novela 'La pequeña Dorritt', de Charles Dickens.

Stanford desarrolló su estafa en el paraíso fiscal de República de Antigua, en el Caribe. Al contrario que Madoff, él jugó un papel público destacado. Donó dinero a, entre otros, Barack Obama, George W. Bush, el candidato republicano a la Casa Blanca en 2008, John McCain, la número uno del Partido Demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y al alcalde de Chicago y ex 'mano derecha' de Obama, Rahm Emanuel.